Quisiera
Quisiera:
- Un cristal que te refleje mis promesas.
- Una humedad que se alimente con tu fuego.
- Una canción privada
para una intensa noche de aguaceros.
- Un sol que se confunda con tu rostro
en una playa de colores en la arena.
- Un paraíso con la presencia de una enredadera
de dos cuerpos bañados de rocío.
- Tu sonrisa cuajada de diamantes.
- Una danza de amor bajo una estrella.
- Una fiesta de ternura a medianoche
y una entrega perfecta un mediodía.
Quisiera:
- Poner una constelación de caricias
sobre el calor intenso de tu espalda.
- Un sobre de promesas que hablen por mis sueños.
- Un tiempo eterno para repasar tus accidentes.
- Un arco iris por donde podamos caminar
en la dirección opuesta del olvido.
- Un silencio poblado con tu risa.
- Un cansancio total bajo la luna.
- Una mañana que despierte con la magia de tu nombre.
- Una corriente que me impulse hacia tu vida.
- Mil madrugadas para callar con tu silencio.
- Un rincón del universo para dejar nuestras huellas de
locura.
- Una salida para escaparnos del resto de la gente.
- Una velada de placer inagotable...
¡Y tu corazón tallado con mis besos!
Jenniley Bonilla
(20/08/1994)
Poemas Póstumos
Jenniley Bonilla, Poetisa cubana, nació el 12 de febrero de 1976 y murió el 3 de noviembre de 2000. desde su nacimiento estuvo aquejada por un padecimiento cardíaco que marcó el resto de su vida. Fue operada a los seis meses de vida y pudo vivir una vida relativamente normal. A pesar que luego de la pubertad su organismo volvió a resentirse, a los 17 años comenzó a cursar estudios en la Universidad de La Habana logrando graduarse 6 años después de Licenciada en Ciencias de la Computación. El viernes 3 de noviembre del 2000, en una reunión de amigos, repentinamente cayó desmayada y nunca volvió a despertar. Muchos de sus poemas fueron dados a conocer a traves de Lucero Landivar, una jovencita boliviana sordomuda que publicaba el boletín electrónico de poesía: "Brisas-Poemas de Amor y de Erotismo" con más de 4500 abonados y a quien la autora le había enviado personalmente su obra. Landivar dedicó un número especial de su boletín a presentar una selección de poemas de Jenniley Bonilla, con la promesa de crear un libro con la totalidad. Promesa que no pudo cumplir porque la muerte la reunió con Jenniley el 24 de abril 2001. La mejor amiga de Lucero y el esposo de Jenniley finalmente saldaron la deuda y yo desde aquí yo me hago eco.
- Un cristal que te refleje mis promesas.
- Una humedad que se alimente con tu fuego.
- Una canción privada
para una intensa noche de aguaceros.
- Un sol que se confunda con tu rostro
en una playa de colores en la arena.
- Un paraíso con la presencia de una enredadera
de dos cuerpos bañados de rocío.
- Tu sonrisa cuajada de diamantes.
- Una danza de amor bajo una estrella.
- Una fiesta de ternura a medianoche
y una entrega perfecta un mediodía.
Quisiera:
- Poner una constelación de caricias
sobre el calor intenso de tu espalda.
- Un sobre de promesas que hablen por mis sueños.
- Un tiempo eterno para repasar tus accidentes.
- Un arco iris por donde podamos caminar
en la dirección opuesta del olvido.
- Un silencio poblado con tu risa.
- Un cansancio total bajo la luna.
- Una mañana que despierte con la magia de tu nombre.
- Una corriente que me impulse hacia tu vida.
- Mil madrugadas para callar con tu silencio.
- Un rincón del universo para dejar nuestras huellas de
locura.
- Una salida para escaparnos del resto de la gente.
- Una velada de placer inagotable...
¡Y tu corazón tallado con mis besos!
Jenniley Bonilla
(20/08/1994)
Poemas Póstumos
Jenniley Bonilla, Poetisa cubana, nació el 12 de febrero de 1976 y murió el 3 de noviembre de 2000. desde su nacimiento estuvo aquejada por un padecimiento cardíaco que marcó el resto de su vida. Fue operada a los seis meses de vida y pudo vivir una vida relativamente normal. A pesar que luego de la pubertad su organismo volvió a resentirse, a los 17 años comenzó a cursar estudios en la Universidad de La Habana logrando graduarse 6 años después de Licenciada en Ciencias de la Computación. El viernes 3 de noviembre del 2000, en una reunión de amigos, repentinamente cayó desmayada y nunca volvió a despertar. Muchos de sus poemas fueron dados a conocer a traves de Lucero Landivar, una jovencita boliviana sordomuda que publicaba el boletín electrónico de poesía: "Brisas-Poemas de Amor y de Erotismo" con más de 4500 abonados y a quien la autora le había enviado personalmente su obra. Landivar dedicó un número especial de su boletín a presentar una selección de poemas de Jenniley Bonilla, con la promesa de crear un libro con la totalidad. Promesa que no pudo cumplir porque la muerte la reunió con Jenniley el 24 de abril 2001. La mejor amiga de Lucero y el esposo de Jenniley finalmente saldaron la deuda y yo desde aquí yo me hago eco.