De pelicula?

Quiero compartir con ustedes algo que si bien no es un cuento, parecería una película, de hecho en estos últimos días gran parte de lo que me paso, me recordaba escenas que vi en diferentes películas y aun asi, la realidad superaba ampliamente a cualquier efecto especial. Desde formar parte de caravanas custodiada por tropas de las Naciones Unidas, a atravesar un país totalmente extraño con 3 desconocidos (sin mencionar que en ese pais se habla francés y/o creole y nosotros hablábamos ingles y en mí caso particular, también español) La pobreza y desolación que allí vimos solo fue superada por la devastación causada por uno de los terremotos mas destructores jamás vistos que llego al Grado XI en la escala de Mercali modificada. Aunque claro, para comprender, hay que saber que Haiti no es el producto de un terremoto, la realidad haitiana es resultado de siglos de luchas y calamidades; Haití nació de la lucha contra la esclavitud, su gente quemo toda plantación para evitar ser explotados, y para que el explotador no tuviera motivos para quedarse, destruyeron todo lo que poseían para poseer su libertad, quienes lucharon solo querían ser libres y regresar a su África natal, los explotadores los abandonaron y solo se movieron a Cuba, Jamaica o Republica Dominicana y así Haití quedo en el olvido, desvastada desarraigada, ignorada, transculturizada: Ellos, los que lucharon por su libertad, nunca regresaron a África y hoy sus descendientes, tampoco son parte de America, los bloqueos americanos y europeos a la nación haitiana en sus primeros pasos la condenaron de la cuna a la pobreza, dos siglos después los grandes poderes siguen alli explotando a las nuevas generaciones, como lo hicieron con sus antepasados. Por eso es que mis nuevos hermanos: Mike, TJ y Evan, hicieron esto como recuento de esos días (son solo 4 minutos ...solo 4 minutos que creo son bien invertidos)

http://www.youtube.com/watch?v=C1CEEnRBJDU

Y ahora algo para entender el porque de una realidad que no debería existir!!!

“En la segunda mitad del siglo (XVIII), el mejor azúcar del mundo brotaba del suelo esponjoso de las llanuras de la costa de Haití, una colonia francesa que por entonces se llamaba Saint Domingue. Al norte y al oeste, Haití se convirtió en un vertedero de esclavos: el azúcar exigía cada vez más brazos. En 1786, llegaron a la colonia veintisiete mil esclavos, y al año siguiente cuarenta mil. En el otoño de 1791 estalló la revolución. En un solo mes, septiembre, doscientas plantaciones de caña fueron presa de las llamas; los incendios y los combates se sucedieron sin tregua a medida que los esclavos insurrectos iban empujando a los ejércitos franceses hacia el océano. Los barcos zarpaban cargando cada vez más franceses y cada vez menos azúcar. La guerra derramó ríos de sangre y devastó las plantaciones. Fue larga. El país, en cenizas, quedó paralizado; a fines de siglo la producción había caído verticalmente. «En noviembre de 1803 casi toda la colonia, antiguamente floreciente, era un gran cementerio de cenizas y escombros». La revolución haitiana había coincidido, y no solo en el tiempo, con la revolución francesa, y Haití sufrió también, en carne propia, el bloqueo contra Francia de la coalición internacional. Inglaterra dominaba los mares. Pero luego sufrió, a medida que su independencia se iba haciendo inevitable, el bloque de Francia. Cediendo a la presión francesa, el Congreso de los Estados Unidos prohibió el comercio con Haití en 1806.

... Haití, tiene la tasa de mortalidad más alta de América Latina; más de la mitad de su población infantil padece anemia. El salario legal pertenece, en Haití, a los dominios de la ciencia ficción; en las plantaciones de café, el salario real oscila entre siete y quince centavos de dólar por día... Los haitianos viven, en promedio, poco más de treinta años. De cada diez haitianos, nueve no
saben leer ni escribir. Para el consumo interno, se cultivan las ásperas laderas de las montañas. Para la exportación, los valles fértiles: las mejores tierras se dedican aI café, al azúcar, al cacao y otros productos que requiere el mercado norteamericano. Nadie juega al béisbol en Haití, pero Haití es el principal productor mundial de pelotas de béisbol. No faltan en el país talleres donde los niños trabajan por un dólar diario armando piezas electrónicas. Son, por supuesto, productos de exportación; y por supuesto, también se exportan las ganancias...

...En el negocio de la sangre, como en todos los demás, los productores reciben apenas la propina. La empresa Hemo Caribbean, por ejemplo, paga a los haitianos tres dólares por cada litro que revende a veinticinco en el mercado norteamericano”

Lo anterior es parte del libro de Eduardo Galeano
Las venas abiertas de America Latina, obra que no solo recomiendo, sino que hasta propondría que fuera material de estudio obligatorio en las escuelas secundarias de America
http://www.mediafire.com/?anomzjw3z1a

Medicina: El negocio de la sangre
“Cualquier persona que necesite una transfusión de sangre ya está en problemas físicos. A menos que alguien esté dispuesto a donar sangre para él, es probable que estén en dificultades económicas. La sangre es un bien escaso en todos los EE.UU., y que a menudo deben obtenerse en el comercio a un costo final para el paciente de hasta 40 dólares el litro. Una empresa de propiedad estadounidense, Hemo Caribe, compra de sangre para el plasma de los campesinos haitianos que son tan pobres que tienen que vender las cosas de la vida para sobrevivir.”

Esto fue publicado por TIMES MAGAZINE
http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,906341,00.html

La mencionada compañía estuvo registrada en el estado de Florida durante el periodo comprendido entre 1970 y 1976 cuando fue “cerrada” por falta de pago de impuestos de acuerdo a los documentos que encontré en la División de Corporaciones del Departamento de Estado de Florida, momento en el cual estaba bajo investigación federal americana.


Lo que sucedió en Haiti no es producto de una guerra, ni es algo que el pueblo haitiano se provoco a si mismo, no es un holocausto ni una matanza, pero debe ser sin dudas la bisagra que cree los cimientos del nuevo Haití, un país caribeño que pueda vivir de sus bellezas naturales (que son muchas por cierto) donde los niños puedan tener acceso a una educación y una salud asegurada, la joven generación de haitianos debe marcar el rumbo!!! Ayer hablaba con una amiga que conocí en éste viaje, ella estudia medicina en Rep. Dominicana, su familia en Puerto Príncipe, duerme ahora en una carpa en la calle, perdieron toda pertenencia, pero no perdieron la fe ni la esperanza, ella utilizo todo el dinero de sus estudios para dárselo a su familia, empeño su laptop para viajar, hoy Nicolle se pregunta como podrá terminar sus estudios? Sabe que su familia depende de ella ahora, pero sabe también que mas alla de su familia, el futuro de todo un pais depende de gente como ella que luche por un futuro posible en Haití.

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