Juan Gelman

Otros hechos

No me voy solo cuando salgo de vos
y parto en dos la noche
rodeado del temblor de tus brazos
alrededor de un hombre
que anda solo de vos

Presencia del otoño

Debí decir te amo.
Pero estaba el otoño haciendo señas,
clavándome sus puertas en el alma.

Amada, tú, recíbelo.
Vete por él, transporta tu dulzura
por su dulzura madre.
Vete por él, por él, otoño duro,
otoño suave en quien reclino mi aire.

Vete por él, amada.
No soy yo el que te ama este minuto.
Es él en mí, su invento.
Un lento asesinato de ternura.

Amarte es esto...

Amarte es esto:
una palabra que está por decir/
un arbolito sin hojas
que da sombra/

Lo que pasa

Yo te entregué mi sangre, mis sonidos,
mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora,
como un día de mayo dulcísimo de otoño,
y lo que es más aún, todo mi olvido
para que lo deshagas y dures en la noche, en la
tormenta, en la desgracia,
y más aún, te di mi muerte,
veré subir tu rostro entre el oleaje de las
sombras,

y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo como
un fuego, y me destruyes, me construyes, eres oscura como
la luz.

Juan Gelman

Juan Gelman: Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1930. Hijo de inmigrantes rusos, se inició en la poesía desde muy pequeño, orientado por su hermano Boris quien fue un lector compulsivo. Abandonó su carrera de Química para dedicarse por completo al destino de las letras. Salió de Argentina en 1976 durante la dictadura militar y vivió en el exilio en México, donde decidió fijar la residencia en forma definitiva. Agobiado por el intimismo de sus primeras secciones, decide quebrar este tono recurriendo a una serie de máscaras para ocultar su propio yo. Inventa entonces nuevas identidades, o heterónimos: Traducciones I. Los poemas de John Wendell y Traducciones II. Los poemas de Jamanokuchi Ando, escritos entre 1965 y 1968.
Bajo otros nombres y detrás del engañoso disfraz de falsas traducciones, Gelman se distancia de su yo, busca salir del empantanamiento y emprende una nueva ruta en el lenguaje, que alcanza su mayor esplendor en Traducciones III. Los poemas de Sidney West (1968-1969), para muchos críticos el mejor libro de Gelman. En Hacia el sur (1982), recurre nuevamente a esconderse bajo el nombre de poetas ficticios. Esta vez para dar vida a dos poetas desaparecidos. Hacia el sur se divide en tres secciones: 15 poemas pertenecen a juan gelman;17 a josé galván —desaparecido en 1978— y 16 a julio grecco, asesinado en 1976. Los nombres elegidos tienen las iniciales del autor y funcionan como símbolos, como si a través de ellos quisiera rescatar a sus familiares y amigos desaparecidos: su hijo, Marcelo Ariel y su mujer embarazada, Haroldo Conti, Paco Urondo, Rodolfo Walsh. Gelman, bajo todos sus nombres posibles y luego de todas y cada una de las rupturas, es, sin duda, uno de los mayores poetas de habla hispana.
En 1997 obtuvo el Premio Nacional de Poesía en Argentina, el premio Juan Rulfo en el año 2000, en 2004 el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde, en 2005 los premios Iberoamericano Pablo Neruda y Reina Sofía de Poesía, y en el año 2007 el Premio Cervantes.

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