Atiende con una sonrisa

Un hombre escribió una correo a un pequeño hotel en una ciudad del medio oeste norteamericano que planeaba visitar durante sus vacaciones:
«Me gustaría mucho llevar conmigo a mi perro. Está bien educado y sabe comportarse. ¿Me permitirían ustedes tenerlo conmigo en la habitación durante la noche?».

La respuesta del propietario del hotel fue inmediata y decía:
«Hace muchos años que trabajo en este hotel. Durante este tiempo, nunca ha venido un perro que robara las toallas, la ropa de cama o la cubertería de plata... y tampoco los cuadros de las paredes.
»Jamás he tenido que llamar la atención a un perro a altas horas de la noche por estar borracho y armar escándalo, y tampoco ha venido ninguno que se fuera sin pagar la cuenta del hotel.
»Esté tranquilo; su perro será bienvenido en el hotel. Y si él se hace responsable de usted, también a usted lo recibiremos con mucho gusto».

Karl Albrecht y Ron Zenke
Service America

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